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Academia de la Filosofía de la práctica de Kim Chang-In

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La ruta del hombre

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Criar a los hijos del modo correcto
En cualquier generación, la meta número uno y el prerrequisito de todo padre es criar a los hijos con la capacidad de vivir sus vidas con independencia y dignidad, sin causar problemas a los demás, y convirtiéndose en personas completamente repletas del espíritu de autonomía e independencia.

Esto no implica logros académicos. Quiere decir ser genuinamente conscientes del hecho de que sin esfuerzos personales no es posible lograr nada. Al mismo tiempo, cuando los propios padres tienen la actitud de aprendizaje de la experiencia real, de los acontecimientos sociales diarios, su aprendizaje se transmitirá a sus hijos a modo de valiosa e ideal educación.

Tales enseñanzas no se pueden transmitir con palabras.
El único modo de enseñar a los hijos sobre la vida es a través de la actitud de los padres hacia la vida.

Esta es verdaderamente la educación correcta de los hijos.
Todo comienza a partir de la actitud de los padres, que se usará para criar a los hijos. Esta es la obligación de todo padre, cuidar y criar a los hijos.

Durante nuestra reunión familiar anual el día 2 de enero, aprovechamos la oportunidad para hablar sobre las leyes del espíritu y nuestras actitudes mentales mutuas para el futuro; el momento de postrarse ante Dios, rezar juntos como miembros de una familia para lograr una consciencia fuerte y orgullosa; y el lugar para diseñar proyectos duraderos.

Evidentemente nuestras reuniones familiares llegarán natural y constantemente a los corazones de nuestros hijos y, algún día, se convertirán en las ventanas de sus espíritus.
Si los padres tienen una fuerte devoción por el cumplimiento de sus deberes, sin lugar a dudas será transmitido a sus hijos.
“Las almas con determinación pueden penetrar incluso en las rocas”
Esto es educación de amor para los hijos. El destino no se forja a base de suerte.
El destino se crea y crece a través de los esfuerzos de nuestro espíritu.