PAGETOP

Academia de la Filosofía de la práctica de Kim Chang-In

  1. HOME
  2. Filosofía de la práctica
  3. La ruta del hombre

La ruta del hombre

Extienda los dedos para ampliar la visualización

Sonido

Haga clic aquí para ver el texto

Un modo de pensar que descansa sobre el poder que nace de otros es un comportamiento estúpido, lo mismo que tirar por la borda nuestra dignidad humana, nuestra vida y nuestro futuro voluntariamente.

Las personas repletas de avaricia y egoísmo por sus propios intereses y cuyo espíritu solamente está centrado en ello son creadoras de conflicto, odio e infelicidad; destructores y esclavos del dinero rebosantes de interés propio y orgullo que acabarán siendo destruidos por dicho dinero.
Un mamonista esclavo del dinero fracasará definitiva, absoluta e inmediatamente.

Las personas capaces de ganar y ahorrar con espíritu recto, transparente y hermoso son capaces de gestionar y tratar el dinero correcta, transparente y hermosamente, y sin lugar a dudas estarán guiados por el cielo y la tierra.

Incluso el dinero tiene alma.
El dinero llega y se acumula por el buen ánimo. Este hecho es indiscutible.

No se puede entregar una herencia a menos que cada uno de los herederos comprenda debidamente la verdadera naturaleza y el modo básico de pensar sobre el dinero, tal como hemos explicado anteriormente; y, a menos que cada uno de los herederos conozca los mensajes que nuestros antepasados deseaban transmitir. Estos son:
Mente profunda deseosa de paz, felicidad y prosperidad; Espíritu profundo deseoso de paz, felicidad y prosperidad; Alma profunda deseosa de paz, felicidad y prosperidad.

La herencia debe recibirse con fe y compromiso profundamente resolutos, y con un espíritu justo, riguroso y solemne de aceptación que posea el estado querido de un espíritu capaz para crear una felicidad profunda, repleta de significado y felicidad que ayude al espíritu a ser correcto, transparente y hermoso.

Todo yace en la práctica devota a la búsqueda del camino de la verdad, la virtud, la claridad y la belleza como persona, sin vergüenza.
Debemos asegurarnos de realizar un compromiso fuerte y profundo para ser guiados por la fe propicia que enriquezca nuestro espíritu.